Los mantenimientos varían según el tipo de montacargas y las horas de trabajo con las que cuenta. De forma general, los mantenimientos preventivos pueden consistir en un análisis completo del equipo, se incluyen pruebas visuales y operativas en la unidad para garantizar que todos sus sistemas estén en buen estado.

En el caso de montacargas eléctricos, al ser equipos que se utilizan en condiciones ambientales diversas, como cambio de temperatura, turnos prolongados o contacto con materiales variados, es importante mantenerse al tanto de su correcto funcionamiento. Como resultado, los componentes eléctricos del sistema deben inspeccionarse de forma regular para ayudar a minimizar el tiempo de inactividad y el daño al equipo. Algunos de los puntos a revisar son el sistema delantero, interruptores, frenos, dirección, motor, el correcto nivel de aceite hidráulico, revisión de contactores y batería.